viernes, 11 de septiembre de 2015

Fonolas

Negras y Hermosas Fonolas. 1. f. coloq. Chile. Lámina de cartón prensado impregnada de alquitrán que se usa para techar viviendas modestas.

Como empezar esta historia, cuento o quizá mentira. Historia de mi vida, la que desde tengo memoria empecé a vivirla, no sé si la vivi yo, o la vivieron por mi. 
Bueno, en fin...Empezaré.

Recuerdo abrir los ojos y ver un cielo celeste con unas blancas y pomposas nubes, sentía que volaba, porque al mirar un punto fijo sientes que tu cuerpo se mueve y si estas en el techo de tu casa sientes el viento más fuerte rosar tu cara, yo sabía que eran las nubes que se movían pero la cesación de libertad no la cambiaría por esa espantosa realidad. Así que me consentraba, respiraba ondo y sentia mi cuerpo liviano, elevándose hasta pasar más allá de las nubes, cuando miraba desde el cielo sentía que yo no era de este mundo, -de seguro era de otro planeta, tal vez de una o de otra forma entre en este planeta, algo o alguien debe de estar buscándome-, cuando estaba en lo mejor de mi viaje por los cielos...El grito de mi tía "O"  (le voy a llamar tía "o" para resguardar su nombre) (que así como su nombre se ve, habría tanto su boca que sus gritos llegaban a hacer eco en el cerro) Bueno como les iba diciendo, yo estaba en mi meditación en el techo cuando de repente me bajaba un grito desgarrador llamandome como sí yo estuviera tan lejos en el fundo de solo 10x10 metros. La hermosa estadía en el techo se interrumpía, así que bajaba corriendo por una escalera de madera que mi padre tenía. El techo de fonolas siempre quedaba undido a pesar de que subía con un cuidado que nadie me hubiera creído... si yo le hubiera contado. Mí tía ni se enteraba de que yo estaba en el techo ella me encontraba apoyada en una esquina de la casa,(casa cubierta de un aceite que al parecer era petroleo, era negro y sucio) mi ropa quedaba sucia no tan solo por las tablas de la casa, si no también por el techo con alquitrán,  mi casa era conocida por "La casa negra" era terrorífico al nombrarla, pero yo la quería porque era "mi casa" . Cuando llegaba las lluvias, escuchaba silenciosamente en un rincón, como mamá y papá discutían al ella poner ollas en las gotas que caían del techo, ella le decía con mucha rrabía que él había puesto fonolas baratas en el techo, él decía que no que las #!!#w? las habia comprado de primera y que estaba seguro que no se iban a romper. mí mamá seguía discutiendo y no le creía para nada. yo jugaba y asía como si nadie hablaba, a mi mamá no le quedaba otra que arreglar las fonolas con chicle porque mi papá se hiba gritando y la dejaba sola discutir, o poner una olla que se ponia a cantar las primeras gotas sonaban con un eco fuerte y confuso para mi, yo ansiaba que se llenara pronto para poder escuchar la lluvia que golpeaba el techo y a la ves sentir el "poic, poic"   de la gotera al caer, era emocionante, sobre todo cuando caía la lluvia tan fuerte que no podías ni escuchar el sonido de tu propia voz. Esos días siempre mi mamá hacia sopaipillas con mi tía "o" o mi tía flor que vivía al lado  de nuestra casa hacia unas ricas y sabrosas sopaipillas o empanadas fritas, mmm se me hace agua la boca al recordar ese delicioso sabor,  ella las freía en una salamandra que encendía con leña, mmm ¡su aroma eran incomparables! 
A mi mamá le bajaba toda la inspiración, buscaba unas revistas de recetas y  hacia unas ricas recetas de kuchen, chilenitos, o pizza, eran mis días favoritos porque comíamos rico. debajo de un techo negro, forrado de carton y papel mural, esa era nuestra Hermosa y linda "casa negra" con "negras y hermosas fonolas"